Este inquieto profesional comparte algunas consideraciones sobre lo que llama un pilar estratégico nacional: la seguridad alimentaria
Por: Antonio Villar
Garantizar que un pueblo disponga de los alimentos necesarios debería ser el principal objetivo estratégico de quienes lo dirigen. La soberanía alimentaria es un derecho fundamental y un imperativo para la estabilidad de una nación. Bajo ninguna circunstancia un país o una nación deben renunciar a mantener un aparato productivo que asegure dicho suministro. La autosuficiencia alimentaria no es solo una cuestión de supervivencia diaria, sino de seguridad a largo plazo. La dependencia excesiva de fuentes externas pone en peligro la estabilidad y soberanía de cualquier nación.
Dependencia de importaciones: un riesgo elevado
La pregunta crucial es: ¿a dónde han llegado los países que dependen en gran medida del trigo ucraniano en estos momentos? Las crisis geopolíticas, como la guerra en Ucrania, han dejado en evidencia lo frágiles que pueden ser las cadenas de suministro globales. Cuando una nación tiene una dependencia exagerada de las importaciones para asegurar su suministro de alimentos, se convierte en una prioridad tener otras fuentes de divisas para poder comprarlos en el mercado internacional. Sin estas fuentes de ingreso, cualquier crisis en los países productores o exportadores puede encarecer drásticamente el costo de los alimentos, afectando la seguridad interna.
Factores de riesgo en la seguridad alimentaria
¿Cuántos factores podrían poner en peligro la disposición de alimentos cuando dependemos de otros países para este propósito? Las fluctuaciones en los precios internacionales, la escasez de oferta debido a conflictos o desastres naturales, las barreras comerciales y las sanciones económicas son solo algunos de los factores que pueden impactar negativamente la disponibilidad de alimentos. No importa cuán favorables puedan parecer los precios internacionales en comparación con los nacionales; es inaceptable renunciar a un aparato productivo nacional robusto. En cualquier momento puede surgir una crisis que exija la urgencia de contar con una producción interna que garantice el suministro.
Lecciones de la historia: imperios que han caído por la falta de alimentos
A lo largo de la historia, numerosos imperios y civilizaciones han sucumbido debido a la incapacidad de asegurar su seguridad alimentaria. Desde el colapso de imperios antiguos hasta las crisis más recientes en naciones modernas, la falta de alimentos ha sido una de las principales causas de disturbios sociales, guerras civiles y la desaparición de naciones enteras. Por ello, los gremios y asociaciones de productores deben tomar un rol proactivo en la creación de alianzas estratégicas para mantener de forma permanente un gabinete (un THINK TANK de técnicos y productores) que estudie la situación y concientice al país sobre los riesgos que enfrenta en términos de seguridad alimentaria.
El costo de la dependencia energética: una lección para la alimentación
La República Dominicana ha experimentado una sangría constante de divisas debido a su dependencia del petróleo extranjero. Esta situación ha debilitado considerablemente las finanzas nacionales. Si una dependencia similar ocurriera con los alimentos, las consecuencias serían aún más devastadoras, ya que la alimentación es, desde el punto de vista estratégico, de mayor importancia que el petróleo. Mientras el petróleo es un recurso valioso para el desarrollo económico, los alimentos son esenciales para la supervivencia y la salud de la población.
Plagas y enfermedades: un peligro invisible en las importaciones
La dependencia de las importaciones de alimentos no solo genera riesgos financieros, sino también sanitarios. ¿Cuántas plagas y enfermedades han ingresado al país a través de estas importaciones? El comercio internacional de alimentos puede ser una vía para la introducción de organismos nocivos que pueden devastar la producción agrícola local y generar crisis sanitarias. La importación de productos alimenticios requiere un riguroso control sanitario para evitar estas amenazas, pero siempre existe un riesgo inherente.
Alerta permanente: la nutrición como base de la salud y la educación
Así como la sociedad mantiene una alerta constante en relación con la salud y la educación, la alerta sobre los riesgos de no tener la producción alimentaria garantizada debería ser aún mayor. La seguridad alimentaria está directamente vinculada con la salud y la educación, pues una población bien nutrida es fundamental para el desarrollo cognitivo de los niños y el bienestar general de la sociedad. Si no se garantiza una producción alimentaria sólida, tanto la salud como la educación estarán en riesgo, debilitando los cimientos de la sociedad.
Conclusión
En resumen, la seguridad alimentaria es un tema de importancia estratégica que no puede ser subestimado. La soberanía de una nación depende en gran medida de su capacidad para alimentarse a sí misma. Los gobiernos, gremios y asociaciones deben trabajar juntos para fortalecer el aparato productivo nacional, reducir la dependencia de las importaciones y proteger a la población de los riesgos inherentes a la globalización alimentaria. Solo a través de una estrategia clara y sostenida en el tiempo se podrá asegurar el futuro alimentario de la nación.