Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, fecha adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1992 con el objetivo de concienciar sobre la importancia del agua como recurso esencial para el desarrollo sostenible.
También se pretende con ello concientizar acerca de la crisis general mundial del agua y sobre la necesidad de implementar urgentes soluciones para resolver un problema que afecta a miles de millones de personas.
El agua es símbolo de vida. El 60% del cuerpo humano es agua y el 70% de la superficie del planeta está cubierta de agua. Las diferentes culturas y la historia de la humanidad muestran al agua como símbolo, reflejo y sustento de lo que ocurre con la vida y su evolución en el planeta.
Casi la totalidad del agua dulce en forma líquida del mundo es agua subterránea, y representa la base del suministro de agua potable, los sistemas de saneamiento, la agricultura, la industria y los ecosistemas.
En muchos lugares, las personas sobreexplotan y contaminan las aguas subterráneas como consecuencia de sus actividades. En otros, simplemente desconocemos la cantidad de agua que se esconde bajo tierra.
Las aguas subterráneas desempeñarán un papel fundamental en la adaptación al cambio climático. Tenemos que trabajar juntos para gestionar de forma sostenible este preciado recurso.
Aunque quizá nos podamos ver las aguas subterráneas, eso no quiere decir que no debamos preocuparnos por ellas.