Santo Domingo. – Este 26 de enero, la República Dominicana conmemora el 212 aniversario del natalicio de Juan Pablo Duarte, el principal ideólogo de la independencia nacional y uno de los Padres de la Patria. En todo el país, se llevaron a cabo diversos actos cívicos, culturales y religiosos en honor a quien dedicó su vida a la libertad y soberanía de los dominicanos.
El evento central se lleva a cabo en el Altar de la Patria, donde autoridades gubernamentales, militares y representantes de la sociedad civil depositan ofrendas florales y en cuya ceremonia se destaca el legado de Duarte como símbolo de patriotismo, justicia y entrega.
Previo a ello, se realizó una misa de acción de gracias del Instituto Duartiano por el 212 aniversario del natalicio de Duarte, en la Catedral Primada de América, Ciudad Colonial.
“Con admiración, recordamos el gran legado de nuestro padre de la patria, Juan Pablo Duarte. Su valentía, visión y amor por la soberanía de la República Dominicana nos inspiran cada día a trabajar por un país más justo y libre. ¡Sigamos su ejemplo, defendiendo los valores que nos hacen dominicanos!”, publicó la vicepresidenta Raquel Peña en su cuenta de X.

Asimismo, estudiantes de diversas escuelas participaron en desfiles patrióticos y actos artísticos que resaltaron los ideales de Duarte. Poemas, obras teatrales y canciones dedicadas al prócer fueron parte de las actividades realizadas en distintas regiones del país.
Por otro lado, iglesias de todo el país celebraron misas en su memoria, pidiendo por la unidad, el progreso y la paz en la nación que él soñó.
Juan Pablo Duarte nació el 26 de enero de 1813 en Santo Domingo y dedicó su vida a luchar por la independencia de la República Dominicana, culminando en la proclamación de la independencia el 27 de febrero de 1844. Su sacrificio y compromiso con los ideales de justicia y libertad lo convierten en una figura central de la historia nacional.
La conmemoración de su natalicio es un recordatorio anual del compromiso de los dominicanos con los valores democráticos y con la construcción de un país justo y soberano, tal como Duarte lo soñó.