La inconfundible voz de Ana Gabriel resonó en el Estadio Olímpico Félix Sánchez la noche del pasado viernes, en un concierto inolvidable que marcó el cierre de su gira Un Deseo Más. A pesar de las intensas lluvias previas al evento, miles de fanáticos de todas las generaciones se congregaron para rendir homenaje a una de las figuras más icónicas de la música latina.
La “Luna de América”, deslumbrante con un traje negro brillante y su característica sonrisa, inició la velada con una selección de sus clásicos que abarcan cinco décadas de carrera. Entre canción y canción, la artista mexicana compartió anécdotas de su trayectoria y agradeció a sus fieles seguidores dominicanos, destacando el especial vínculo que la une al país.
El repertorio incluyó éxitos como Ni un roce, Quién como tú, Esta noche, Soy como quise ser y No te hago falta, que hicieron vibrar al público en la primera parte del espectáculo. La noche tomó un giro especial cuando Ana Gabriel, acompañada por un mariachi, interpretó sus icónicas rancheras, entre ellas Mi talismán, Hechizo, El cigarrillo y Sin problemas, desatando la euforia entre los asistentes.
En un emotivo segmento, rindió homenaje a Sinaloa con temas de banda, aunque menos conocidos para el público local, que aun así disfrutó con entusiasmo. El clímax llegó con Amigos simplemente amigos y Ay amor, canciones que han dejado huella en República Dominicana. Entre lágrimas, Ana Gabriel se arrodilló en el escenario para agradecer al país, reafirmando su cariño al proclamar que sigue siendo “la esposa de todos los dominicanos”.
El concierto, producido por Pav Events, fue un tributo a su brillante trayectoria y una noche que quedará grabada en la memoria de sus seguidores. Ana Gabriel no solo cantó, sino que conectó profundamente con su público, reafirmando su estatus como una leyenda cuya música trasciende generaciones y fronteras.
