El papa Francisco presidió el Vía Crucis ante 10 mil personas congregadas en el emblemático Coliseo de esta capital, a donde regresó la ceremonia tras dos años de ausencia por la pandemia de Covid-19.
Familias de diferente composición y procedencia, elaboraron los textos y meditaciones para recordar cada una de las 14 estaciones del recorrido de Jesús, desde la condena a muerte hasta la crucifixión y sepultura.
De esa manera, la Iglesia católica destacó este año dedicado a la familia, al conmemorarse el quinto aniversario de la exhortación apostólica “Amoris Laetitia”.
Albina e Irina, oriundas de Rusia y Ucrania, respectivamente, y estudiantes de enfermería aquí, recibieron la cruz en la decimocuarta estación dedicada a la muerte de Jesús, como expresión simbólica del deseo común de paz.