María Trinidad Sánchez, una provincia con grandes bondades para descubrir

Redacción: Fuente Externa
María Trinidad Sánchez, una provincia con grandes bondades para descubrir

“Dios mío, cúmplase en mí tu voluntad y sálvese la República”, estas fueron las palabras de María Trinidad Sánchez, activista dominicana, al pasar por la Puerta del Conde, donde sería fusilada  por defender la soberanía de nuestra nación.

Considerada como la madre de la Patria por su participación protagónica en la independencia dominicana, y confeccionar con ayuda de Concepción Bona la primera Bandera Nacional.

Su increíble sacrificio le ha merecido que escuelas, barrios, calles e instituciones, lleven su nombre como muestra de agradecimiento, pero la distinción mayor fue la colocación de su nombre a una provincia cuya belleza deja perplejo a quien la visita.

María Trinidad Sánchez, una provincia con grandes bondades para descubrir

La provincia María Trinidad Sánchez está situada en la costa norte, bañada por las aguas oceánicas del Atlántico, a dos  horas 21 minutos de Santo Domingo, y cuyo trayecto, hasta allí, es una verdadera delicia, gracias a sus paisajes hermosos que parecen irreales, y cuyas fotos tomadas con la vista se quedan grabadas en el celuloide mental de los turistas.

Decir que María Trinidad Sánchez tiene mucho que ofrecer sería quedarse corto, y es que, con cuatro fantásticos municipios: Nagua, municipio cabecera; Cabrera, El Factor y Río San Juan, cargadas de exuberantes atractivos en diversos ámbitos, se puede decir a boca llena que esta provincia “Lo tiene todo”.

De camino

La circunvalación Santo Domingo Profesor Juan Bosch lleva en un abrir y cerrar de ojos a la Autopista del Nordeste o Juan Pablo II, donde tras pasar el peaje de esta última te recibe una vegetación de árboles de diversas longitudes, bailando al ritmo del viento, en una especie de antesala, de lo que los ojos de los visitantes están a punto de captar.

La capa asfáltica te lleva por las llanuras de Bayaguana y Monte Plata, pasando al este de Sabana Grande de Boyá, y a través de las formaciones montañosas imponentes de los Haitises, que deja a todos “embelesados” por su belleza, atravesando la cuenca del bajo Yuna-Camú.

En resumen, el trayecto es un deleite a la vista y al oído cuando se conjuga con un merengue típico reproduciéndose en la radio del vehículo, sirviendo de música de fondo para complementar con ritmo la ruta recreativa.

Copartimos el enlace para seguir leyendo este interesante trabajo de Shawell Peña para EN

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