El Departamento de Trabajo de Estados Unidos dará a conocer los índices de precios al consumidor (IPC), un indicador clave de la inflación y la Casa Blanca se prepara para cifras “extraordinariamente elevadas”.
La secretaria de prensa de la mansión ejecutiva, Jen Psaki, anticipó que el indicador se mantendrá en números rojos.
No obstante, «estamos en una situación mejor que la del mes pasado», dijo Psaki la víspera al referirse de forma indirecta a la liberación de petróleo adicional de la Reserva Estratégica y a los llamados a las compañías del sector para que eviten la subida de precios.
Según publicó el diario The Hill, el coste medio de un galón de gasolina es desde este lunes de 4,11 dólares, cifra ligeramente inferior a la de hace un mes (4,33), pero sigue alto.
El incremento de los precios de los alimentos, la energía, la vivienda y una amplia gama de bienes de consumo redujeron los presupuestos familiares en medio de los intentos por salir de la crisis que generó en los últimos dos años la pandemia de la Covid-19. Para algunos funcionarios de la administración de Joe Biden el conflicto entre Rusia y Ucrania agitó los mercados energéticos mundiales y puso en peligro las cadenas de suministro de alimentos.
La secretaria del Departamento de Tesoro, Janet Yellen, afirmó en marzo que la inflación en el país se mantendrá «incómodamente alta» durante otro año más.
De hecho, subió un 7,9 por ciento en febrero, la mayor alza en 12 meses desde enero de 1982.