Puerto Príncipe.- El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) encendió nuevamente las alarmas sobre la grave situación que viven los niños y niñas en Haití, donde millones enfrentan violencia, desplazamiento y hambre extrema. “Los niños en Haití se despiertan todos los días sin saber si podrán ir a la escuela de manera segura, encontrar comida o simplemente sobrevivir el día sin ser alcanzados por una bala perdida”, expresó Roberto Benes, jefe de Unicef para América Latina y el Caribe.
De acuerdo con el organismo, más de 3,3 millones de menores —tres de cada cuatro en todo el país— requieren asistencia humanitaria urgente. Actualmente, unos 680 mil niños sufren desplazamiento forzoso, mientras que mil 600 escuelas están destruidas o cerradas y los hospitales permanecen bajo ataque o fuera de funcionamiento.
“Estas son vidas destrozadas, infancias robadas, futuros borrados”, lamentó Benes en declaraciones a medios locales.
Uno de los problemas más alarmantes es el reclutamiento forzoso de menores por parte de grupos armados. Según Unicef, hasta la mitad de los integrantes de estas bandas son niños, algunos de apenas diez años.
La crisis humanitaria se agrava con la desnutrición y la falta de agua potable. Más de 1,2 millones de menores de cinco años viven en zonas de hambre aguda. Y el agua contaminada en los campamentos improvisados provoca brotes de cólera y diarrea.
Un país al borde del colapso
Haití atraviesa uno de los periodos más críticos de su historia reciente. Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, la violencia de las pandillas, el colapso institucional y los desastres naturales han hundido al país en una crisis prolongada. En ese contexto, la niñez haitiana se ha convertido en la víctima más indefensa.
“Haití está en un punto de quiebre. En las calles como en los campamentos, los infantes crecen amenazados. Es urgente tomar acción para devolverles su seguridad, sus escuelas y su futuro”, subrayó Benes.
Fuente: PL.

