Caracas.– El gobierno de la República Bolivariana de Venezuela entregó este domingo 15 de junio la Orden José Antonio Abreu al fallecido merenguero dominicano Rubby Pérez, como tributo a su destacada trayectoria artística y al cariño que cultivó durante décadas entre el público venezolano.
La distinción fue recibida por su hija, Zulinka Pérez, durante una ceremonia solemne encabezada por el presidente Nicolás Maduro.
Además de la condecoración, el mandatario venezolano otorgó la nacionalidad venezolana post mortem al artista, quien murió trágicamente el pasado 8 de abril en el derrumbe de la discoteca Jet Set, en Santo Domingo, República Dominicana, donde también perdieron la vida más de 200 personas.
“Rubby Pérez fue un símbolo de alegría, pasión y cultura caribeña. Por eso hoy lo honramos con la Orden del maestro José Antonio Abreu, el más grande arquitecto del movimiento musical juvenil de Venezuela”, expresó Maduro al entregar el reconocimiento a Zulinka Pérez, quien viajó especialmente para recibir el homenaje en nombre de su familia.
Un cariño mutuo
Durante el acto, el presidente Maduro resaltó la conexión del artista con Venezuela, país que Rubby siempre consideró su “segunda patria”. En sus palabras, Zulinka Pérez recordó que su padre sentía un afecto especial por el pueblo venezolano y soñaba con este reconocimiento: “Mi papá decía que en Venezuela lo amaron como en ningún otro lugar, y que yo también llegaría a amar este país como él lo hizo”.
La Orden José Antonio Abreu, que lleva el nombre del creador del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, se entrega a figuras con contribuciones relevantes en el arte y la cultura.
Con esta distinción, Rubby Pérez pasa a formar parte de un reducido grupo de artistas homenajeados por su impacto en la identidad musical latinoamericana.
Un legado que trasciende fronteras
Rubby Pérez, conocido como “La Voz más Alta del Merengue”, fue uno de los intérpretes más emblemáticos del género. Su carrera, que comenzó con la orquesta de Wilfrido Vargas y se consolidó como solista, dejó una marca profunda en el merengue y en la memoria colectiva de miles de fanáticos en toda América Latina.
Con este acto, el gobierno venezolano rinde tributo a un artista que, más allá de los escenarios, se convirtió en símbolo del sentimiento caribeño. “La música y la identidad de nuestra región son indestructibles”, concluyó el presidente Maduro.
