El psicólogo y especialista en salud mental Luis Vergés expresó su preocupación por las consecuencias negativas de presionar a personas enfermas o parturientas debido a su estatus migratorio.
Afirmó que este tipo de acciones no solo contradicen el carácter solidario y bondadoso del pueblo dominicano, sino que también generan efectos contraproducentes que superan cualquier posible beneficio.
Durante su participación en el programa televisivo de Pablo McKinney, transmitido por Color Visión, Vergés abordó también temas vinculados al duelo ante la pérdida de seres queridos, resaltando la importancia de aceptar el dolor como parte esencial del proceso. Según explicó, evitar el sufrimiento puede derivar en un “duelo patológico”, con graves implicaciones emocionales y funcionales para quienes lo padecen.
“El duelo inhibido puede llevar a que una persona explote emocionalmente en el futuro, al no haber procesado adecuadamente una pérdida previa”, afirmó Vergés, quien advirtió que esta situación puede desencadenar trastornos de adaptación, desorganización personal y aislamiento.
Citó como ejemplo los casos de estrés postraumático entre soldados estadounidenses que combatieron en Viet Nam e Irak, muchos de los cuales manifestaron comportamientos violentos años después, producto de traumas no resueltos.
Luis Vergés también hizo un llamado a instituciones y familias a asumir un rol más activo y consciente en la salud mental, especialmente luego de situaciones trágicas o inesperadas. “Cada caso debe tratarse de forma particular, y se necesita una respuesta empática y coordinada para evitar desenlaces lamentables”, señaló.
En un plano más amplio, lamentó que a nivel mundial cerca del 85% de las personas que requieren atención psicológica no tienen acceso a ella. Por eso, recomendó a las organizaciones que ofrecen servicios gratuitos que hagan públicas sus disponibilidades y recursos.
Sobre los feminicidios en el país, Vergés reconoció que, aunque los índices pueden haber descendido, la intensidad y brutalidad de estos crímenes siguen siendo alarmantes. Destacó la urgencia de políticas públicas que fomenten el respeto a la vida y transformen patrones culturales que perpetúan la violencia.
