El Pleno de la Junta Central Electoral (JCE) conmemoró el nonagésimo noveno aniversario de la creación de la institución con una eucaristía, en la que el presidente del pleno, Román Andrés Jáquez Liranzo, hizo un llamado a todas las fuerzas políticas para que aprueban las leyes electorales descartando la posibilidad de un Código Electoral.
Dijo que es imperioso que dichas reformas se produzcan de forma oportuna. Debido a que las mismas, por su naturaleza, ameritan de importantes esfuerzos y sacrificios para su implementación. Por lo que requiere de tiempo y recursos, toda vez que una reforma electoral a destiempo generaría traumas y dificultades.
“Reiteramos la necesidad de enfocarnos en la modificación de la Ley 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos. Además de la Ley Orgánica 15-19 del Régimen Electoral, armonizadas en la propuesta de la Junta Central Electoral. Las últimas dos reformas a códigos datan del 2002 y 2003. Desde allí no hemos tenido ningún código”, expresó.
Mesa de reforma
Aseguró que el órgano electoral y del Registro Civil continuará participando en la mesa de reforma convocada por el Consejo Económico y Social (CES). Con el objetivo de seguir enriqueciendo las propuestas.
“Cómo anunciamos, el depósito de las iniciativas de la Junta Central Electoral ante las Cámaras Legislativas no colide con el propósito y el esfuerzo del diálogo sobre la reforma electoral y en el entendido de que estas discusiones contribuyen a consolidar un sistema electoral siempre perfectible”, indicó Jáquez Liranzo.
Aseguró que la Junta Central Electoral ha servido de cauce y soporte para las discusiones de las necesarias reformas electorales. Todo ello en el marco de su compromiso con la democracia y la defensa de los valores democráticos y la integridad electoral.
Expresó que la democracia no se hace sola, se trata de un esfuerzo de ciudadanía.
En este sentido dijo que las elecciones no se organizan solas porque estas tienen 3 protagonistas totales. Las que son los partidos políticos, órganos electorales y el soberano que es el pueblo.