El triunfo de Mulino refleja una cambiante realidad en los votantes de AL, pero ojo…

Redacción: Por la Línea
Luis Abinader y los desafíos de la reelección

Por Yris Neida Cuevas

El triunfo de José Raúl Mulino, de la alianza Salvar Panamá, de acuerdo a algunos analistas, fue el resultado de diversos antecedentes que se gestaron en ese país. En los años previos a las elecciones, Panamá enfrentó desafíos económicos y sociales significativos, como la desigualdad de ingresos, la corrupción y la inseguridad. Estos problemas han generado un descontento generalizado entre la población, que buscaba un “cambio” en la dirección del país.

Una realidad muy parecida a la República Dominicana, en el pasado proceso electoral y que de alguna manera aún persiste, como en otras naciones.

Además, el panorama político se caracterizaba por una polarización marcada entre los principales partidos, lo que llevó a la búsqueda de un candidato que representará una alternativa real para la ciudadanía. En este contexto, la candidatura de Mulino se erigió como una opción que prometía fortalecer la economía, combatir la corrupción y garantizar la seguridad en Panamá.

La estrategia de Mulino

La estrategia política de Mulino estuvo basada en la formación de alianzas políticas, la implementación de una campaña de comunicación efectiva y la presentación de propuestas de gobierno concretas. Estas medidas le permitieron ampliar el apoyo, ganar visibilidad en la opinión pública, a través de la oferta para solucionar los problemas que aquejan al país.

La influencia de Martinelli

Ricardo Martinelli, reconocido empresario panameño inició su carrera política en el año 1994 cuando fue elegido vicepresidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá. Posteriormente, en el año 2004, se convirtió en presidente del partido político Cambio Democrático. En las elecciones de 2009, Martinelli se presentó como candidato presidencial, y logró una amplia victoria y asumió la presidencia de Panamá el 1 de julio de ese mismo año.

No obstante, aunque se resaltan logros en sus mandatos, el expresidente enfrenta serias acusaciones de corrupción, principalmente el blanqueo de capitales, que afectaron su reputación y llevaron a su posterior arresto y una condena a 10 años de prisión. Razón por la que el Tribunal Electoral, lo inhabilitó en sus aspiraciones presidenciales y permitió a su compañero de fórmula ocupar la candidatura presidencial.

Campaña de comunicación

El ganador de las elecciones en Panamá, comenzó su campaña apenas en marzo, a menos de dos meses de las elecciones, tras la inhabilitación del expresidente Martinelli, lo que se consideró una campaña “exprés” y se le vendió como hombre de “pocas palabras y mano dura”.

La campaña de comunicación se caracterizó por su enfoque estratégico y efectivo. Se aprovecharon las diversas plataformas tecnológicas y medios de comunicación tradicionales para difundir y promover las propuestas de Mulino, así como para transmitir su mensaje político a la población. Se implementaron estrategias de marketing político, manejo de redes sociales y gran despliegue de publicidad para generar visibilidad y captar la atención de los votantes.

Propuestas de Mulino

Mientras que su propuesta de gobierno abordaba los principales desafíos y problemáticas del país. Se enfocaron en aspectos como la economía, la educación, la seguridad ciudadana y la infraestructura, donde el electo presidente, abogado de profesión, ofreció soluciones específicas, lo cual generó confianza y respaldo entre los electores que buscaban un mejor “liderazgo”, con propuestas que se acerquen a las necesidades de los panameños.

Entre estas propuestas, ha dicho que va a clausurar el famoso paso de la selva del “Darién” en la frontera con Colombia, que sirve para que miles de ciudadanos realicen la travesía hacia Estados Unidos.

Su experiencia en puestos públicos al lado del entonces mandatario Martinelli fue como ministro de Gobierno (Interior) y Justicia que ocupó en el 2009, luego, en abril de 2010, pasó a ser ministro de Seguridad Pública,

Mulino también tuvo que enfrentar la justicia. El llamado “Delfin de Martinelli” pasó seis meses en prisión preventiva en el año 2016, por presunto “peculado” en un contrato millonario del gobierno para adquirir radares de una firma italiana, durante el mandato del presidente Juan Carlos Varela Rodríguez. Pero ojo. La elección de Mulino refleja una tendencia diferente en los votantes de América Latina, y que el tema de corrupción, si bien debe ser de interés, no podemos olvidar los temas económicos, mejorar las condiciones de vida de la gente es prioridad.

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