Historia de éxito: de parcelero a tener empresa en cuatro continentes

Redacción: Fuente Externa
Diego Parodi

Diego Parodi compró una parcela de campo a los 17 años y hoy posee una empresa de fertilizantes que inició en Brasil y se extendió por América Latina, Estados Unidos, el este europeo, Australia y hasta Kazajistán.

Por Juan Martín Melo.

El sector agropecuario es hace largo rato territorio de innovadores. La necesidad de adoptar y desarrollar herramientas tecnológicas y soluciones para lograr la máxima eficiencia es una demanda ineludible de la actividad y maridó con aptitudes propias de ganaderos y agricultores, como el sacrificio, la toma de riesgos y el ímpetu para buscar superarse día a día.

En el campo y en la agroindustria argentina hay historias que ejemplifican esto a la perfección. Las condiciones para el éxito no suelen estar dadas de antemano. La impronta de los productores y empresarios, la sed de enfrentar desafíos, el empeño en concretar las metas, hace la diferencia. A veces, enfrentar lo desconocido, explorar nuevos horizontes y -sobre todo- observar y vivir experiencias y adquirir conocimientos, abre puertas y lleva los negocios a otro nivel.

Tal es el caso de Diego Parodi, presidente y fundador de Spraytec, una de las empresas líderes en la producción y comercialización de fitoestimulantes de América Latina. El derrotero de Parodi para instalar a su compañía en el lugar que hoy está no fue simple, pero siempre mantuvo un impulso básico para perseguir y alcanzar el éxito: la vocación por conocer, explorar, aceptar desafíos y concretar conceptos e ideas que provean al productor de un abanico de soluciones en un solo producto.

Parodi nació en la localidad santafesina de Roldán en 1966, al sur de Rosario, y desde que tiene noción fue un apasionado del campo. Es por eso que a los 17 años deja los estudios a pesar de haber ingresado a la universidad para comprarse una parcela de tierra para comenzar a producir en Chaco, cumpliendo su sueño de niño. “Quería empezar a producir con un gran cariño por el hombre de campo. La vida del hombre de campo es en cierto modo sufrida ante el esfuerzo y el riesgo y siempre quise intentar contribuir a serle útil y que el productor pueda contar con una herramienta que lo beneficie”, indicó el empresario.

Al mismo tiempo que Parodi daba sus primeros pasos en la ganadería chaqueña, también los daba en la fabricación de productos para el agro en lo que sería luego Spraytec. Con esos ingresos pudo adquirir 4.000 hectáreas en la provincia norteña. Fue solo el comienzo. El afán fue más allá y Parodi cruzó la frontera e incursionó en Brasil, donde ofreció sus productos desde Rio Grande do Sul hasta Bahía. Se enamoró de ese país y se radicó allí en 1999. Fue en el gigante sudamericano donde la empresa dio el paso inicial de un proceso de expansión impensado por aquellos días.

Diego Parodi, presidente y fundador de Spraytec.

“Puse mi primera industria en Brasil y empecé a desenvolverme en el mercado. El concepto era crear productos novedosos, hacer productos de la química que me dé muchos aplicativos, que mejore la calidad de aplicación, la nutrición, la sanidad, la resistencia. Era crear un nuevo concepto inteligente donde un producto le pueda dar al productor la posibilidad de solucionar varios problemas”, relató Parodi. Para él, lo que le permitió crecer en este negocio y le dio la posibilidad de innovar fue, justamente, ampliar sus fronteras y poder conocer otras realidades y “verdades” productivas.

“Lo más importante que me llevó a poder crecer profesionalmente fue poder observar: la observación criteriosa, el conocimiento y la aplicación de este a la práctica posible. Cuando uno sale de su región comienza a ver un mundo diferente, con formas y técnicas diferentes. Mi mayor crecimiento viene de salir, viajar y ver cosas nuevas. Cualquier emprendedor tiene que salir de su región de confort, porque va a descubrir infinidades de posibilidades para aplicarlas a su pasión”, remarcó el empresario santafesino.

Spraytec y la expansión

Parodi es un extraordinario autodidacta, que supo rodearse de profesionales para poder materializar su idea. Uno de los puntos centrales a la hora de analizar su éxito fue su capacidad de “delegar, instruir, explicar, enseñar y nunca tener temor en confiar en una persona. Eso me permitió posicionarse en mí fuerte, que era observar, crear una solución y venderla”.

Pero otro punto importante en su crecimiento fue no concentrar toda su dedicación en el afán de ganar dinero, sino que se centró en generar la mayor cantidad de posibilidades para que sus proyectos triunfen. “Jamás trabajé viendo la parte económica, simplemente fui detrás de la idea y, por la pasión del éxito del proyecto. La cuestión económica fue una consecuencia, nunca un fin. Además, siempre fue reinvertido más del 90% en la empresa en investigación y nuevos proyectos. Mi vida personal nunca absorbió más que el 10%”, sostuvo Parodi.

Spraytec como tal se consolida en 2004 en Brasil, “donde todos los productos y prototipos anteriores que se venían haciendo y comercializando se engloban dentro de una marca y un proyecto”. Hoy la empresa produce y comercializa desde fertilizantes, inoculantes y fitoestimulantes, hasta productos que maximizan los rendimientos de fitosanitarios y limpiadores de tanques para aplicaciones.

Al infinito y más allá

Desde Brasil y con un buen portfolio e innovaciones, partió su proyección al mundo. Entre 2004 y 2006 consolidó su presencia en Paraguay, Bolivia y Uruguay, mientras que en 2014 desembarcó en el mercado norteamericano. Este fue un desafío para Parodi: “Me quise medir para ver si tenía la capacidad y si podía estar a la altura del mercado de Estados Unidos pensando que lo que había allí era muy superior a lo que tenía y me llevé la sorpresa de que no, ya que mi producto tiene una propuesta diferente y crearía una disrupción en el mercado y me fue bien, hicimos un buen trabajo, con buenas respuestas y aceptación”.

Tras eso, en 2018 Parodi tuvo una nueva “inquietud”: explorar los mercados de Europa del Este, Asia y Oceanía. Así, Spraytec comenzó a trabajar en los mercados de Ucrania, Rusia, Kazajstán y Australia. “Contando con el apoyo de profesionales comprometidos, que tomaron el desafío, juntos fuimos a conocer y a realizar una propuesta de trabajo donde los productos se mostraron con una alta productividad y aceptación que nos permitió quedarnos”.

En lo que respecta a Argentina, si bien quedó una estructura funcionando desde que Parodi se va a Brasil, en 2004 se reestructuran y “comenzó la construcción de la identidad Spraytec en Argentina, con menos productos por la fertilidad de los suelos argentinos, sino que se trabajó mucho en inducción de resistencia, de defensas de plantas, tecnología de aplicación y para las necesidades del mercado argentino”.

El futuro

Parodi entiende que no solo el futuro de Spraytec – que buscará crear nuevos productos y ganar más mercados – cuenta con una “posibilidad histórica”, sino que todo el sector tiene posibilidades de crecimiento y éxito, en especial, porque hace ya unas décadas hubo un cambio de tendencias de consumo y de utilización de los alimentos. El empresario asegura que éstos “están ganando una preponderancia a nivel mundial, donde un kilo de alimento compra cada vez más kilos de tecnología. En los ‘80 para comprar una computadora tenías que vender una jaula de terneros. Hoy vendo uno y me compro una computadora”.

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