Los New York Yankees despidieron su temporada 2024 con un inning para el olvido en el Juego 5 de la Serie Mundial ante Los Angeles Dodgers – la fatídica quinta entrada en la que pasaron de ir ganando 5-0 a estar empatados tras varios errores defensivos y mentales. Pero lo mostrado por el equipo el año pasado, en poder llegar a su primera Serie Mundial en 15 años, es que están mucho más cerca de volver a competir por un campeonato de lo que muchos pensaban.
La apuesta del gerente general de los Yankees, Brian Cashman, al conseguir al dominicano Juan Soto vía canje el invierno pasado, resultó ser la movida correcta para que el equipo intimidara a sus rivales con su bateo de poder. En la temporada regular, ningún equipo conectó más que los 237 jonrones de los Yankees, 41 de ellos vinieron del bate de Soto.
Pero evidentemente, el trueque que hizo Cashman con los San Diego Padres era con una certeza temporal: Soto es agente libre tras la temporada recién terminada, y se espera que su nuevo contrato esté en el rango de entre $500 y los $700 millones de dólares que recibirá Shohei Ohtani con Los Ángeles.
Pese a no tener restricciones salariales per se, hasta los Yankees se verían intimidados de pagarle a Soto y seguir agregando piezas al equipo para fortalecerse rumbo al 2025. ¿Qué deberán hacer, entonces, para suplir sus necesidades? Indudablemente, empezarán con lo obvio…
Quedarse con Juan Soto
Para Soto, que los Yankees volvieran a la Serie Mundial tras 15 años con él, pero que no la hayan ganado, es la mejor posición para negociar que pudo haber soñado. Mostró su valor en su, hasta ahora, única temporada en Nueva York (fue votado finalista al premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana) al utilizar las dimensiones de Yankee Stadium a su favor.
En 157 juegos, Soto estableció marcas personales en jonrones, carreras, imparables, bases totales e imparables extra base. A sus 26 años, los Yankees asegurarían a uno de los mejores bates de las últimas décadas por mucho tiempo más, y permitirían seguir construyendo su equipo alrededor del dúo ofensivo que fraguó con Aaron Judge.
El dueño del equipo, Hal Steinbrenner, dijo esta semana que “no sabe” si los Yankees se quedarán con Soto tras hacer su oferta, pero que “estarán en la carrera” por la superestrella. La situación del jugador podría extenderse varios meses, de acuerdo al agente de Soto, Scott Boras, por lo que tanto los Yankees como los demás equipos buscándolo quizás tendrán que ser pacientes.
Para los Yankees es prácticamente imposible que sus aficionados tomen bien que Soto no se quede, y peor aún, firme con algún rival como los Boston Red Sox o New York Mets, por lo que Boras podrá exprimirle hasta el último dólar a Steinbrenner, asegurando que su estrella latina se quede en el Bronx con el máximo valor posible, y que la afición tenga a su siguiente leyenda para apoyar en lo que buscan romper con la sequía de campeonato actual.
Un primera base con poder
Después de la temporada 2022, en la que conectó 32 jonrones y jugó 130 partidos en su primera temporada completa con los Yankees, Anthony Rizzo ha ido a la baja como el primera base titular del equipo.
En 2024, jugó apenas 92 veces, con ocho jonrones y 35 impulsadas en 337 turnos al bate. A sus 35 años, y con sus estadísticas disminuidas, es bastante obvio que los Yankees no lo mantendrán en el roster para la próxima temporada. Actualmente, sería DJ LeMahieu quien podría jugar la posición, pero Nueva York buscará sin duda ir por un jugador en el mercado libre.
La respuesta perfecta podría estar ya en Nueva York… sólo que con los Mets. Pete Alonso sería el premio mayor para los Yankees, pero con el contrato de Soto en puerta es poco probable que el equipo pueda pagar lo que pedirá el jugador de 30 años. El otrora primera base de los Arizona Diamondbacks, Christian Walker, luce como buena opción. También está Paul Goldschmidt, quien pese a tener 37 años jugó 154 veces con los St. Louis Cardinals en 2024, aunque pegó apenas 22 jonrones, su marca más pobre en temporada completa desde el 2012.
Una nueva combinación letal de bullpen
Clay Holmes, Tommy Kahnle y Tim Hill, todos importantes relevistas del equipo en 2024, son agentes libres este invierno. Cada miembro del trío probablemente comandará un salario anual mayor al que los Yankees quieran invertir, por lo que tendrán que recurrir al mercado para reemplazarlos.
De acuerdo a las proyecciones de salario para el próximo año, los Yankees podrían considerar una reunión con el cubano Aroldis Chapman, quien estuvo con los Pittsburgh Pirates la temporada anterior. Dylan Floro, quien tuvo una brillante primera mitad en Washington previo a ser canjeado a Arizona, podría erigirse como opción. El dominicano Carlos Estevez, previamente de los Philadelphia Phillies, fungió como el cerrador de aquel equipo, rol que también podría ocupar en Nueva York en reemplazo de Holmes.
“No creo que puedas tener suficiente picheo”, dijo Steinbrenner tras discutir las necesidades de su club con los medios en Nueva York esta semana. Por lo tanto, y gracias a las posibles salidas de Holmes, Kahnle y Hill, se esperan varios nombres nuevos en el bullpen Yankee para el 2025.
¿Gleyber Torres o alguien más en segunda base?
Parecido a Rizzo, otro jugador que ha ido a la baja ofensivamente es el venezolano Gleyber Torres, quien explotó como un novato de 21 años en 2018 con 24 jonrones, 77 impulsadas y un WAR de 3.6. Un año después, aparentemente alcanzó su techo con 38 jonrones y 90 impulsadas, números que no ha podido replicar.
Luego de parecer recuperarse en 2022 y 2023 con números parecidos a los de su temporada de novato, la producción ofensiva volvió a disminuir en 2024, con 15 jonrones y 63 impulsadas. Peor aún, su juego defensivo, jamás espectacular pero estable, decayó este año, ya que Torres cometió 18 errores, el número más alto para los segunda base en la Liga Americana.
Los Yankees tienen en espera a Caleb Durbin, un prospecto de 24 años como opción para suplir a Torres, pero la mejora sobre el venezolano sería mayormente defensiva si esta decisión se termina tomando. Si Nueva York decide terminar su relación con Torres y traerle competencia a Durbin, las opciones disponibles principales serían Ha-Seong Kim, quien estuvo con los San Diego Padres, o Jose Iglesias, quien tuvo una mágica última campaña con los New York Mets.