El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, inauguró este lunes la trigésima cumbre climática de la ONU (COP30) con un llamado a “imponer una nueva derrota a los negacionistas” del cambio climático, en un discurso enérgico que marcó el tono del encuentro global sobre el medioambiente.
La cita, que se celebra en Belém, reúne a representantes de más de 190 países, aunque por primera vez se desarrolla sin la participación de Estados Unidos, el segundo mayor emisor de gases contaminantes del planeta. El objetivo central de esta edición es revitalizar los esfuerzos internacionales para frenar el calentamiento global.
Durante su intervención en la sesión plenaria inaugural, Lula denunció el avance de los “oscurantistas” que, según dijo, rechazan las evidencias científicas y atacan el multilateralismo. “Controlan algoritmos, siembran el odio y difunden el miedo. Atacan a las instituciones, la ciencia y las universidades. Es el momento de imponer una nueva derrota a los negacionistas”, afirmó el mandatario.
Más barato que hacer la guerra
El líder brasileño advirtió que combatir el cambio climático resulta “mucho más barato que hacer la guerra”. Así hizo alusión a los conflictos armados que hoy afectan al planeta, como el de Ucrania. También defendió el Acuerdo de París, que cumple diez años. Aprovechó para lamentar la nueva salida de Estados Unidos tras el regreso de Donald Trump a la presidencia hace nueve meses.
Lula reconoció que el mundo avanza “en la dirección correcta, pero a la velocidad equivocada”. Señaló que, al ritmo actual, la humanidad se dirige hacia un incremento de la temperatura global superior a 1.5 grados centígrados, “un riesgo que no podemos correr”.
El mandatario brasileño pidió a la comunidad internacional actuar en tres frentes: cumplir los compromisos climáticos existentes, acelerar la transición energética para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y colocar a las personas en el centro de la agenda climática.
La COP30 es considerada una de las citas más decisivas de los últimos años. Con ella se busca renovar los compromisos de los países frente a la crisis ambiental y definir nuevos mecanismos de cooperación para mitigar sus efectos.
Fuente: DW.

